El 5 de febrero de 2006, un joven de 16 años,
gritando "Dios es grande" asesinó de dos disparos en la espalda al
sacerdote italiano, don Andrea Santoro, mientras este rezaba con la
biblia en la mano, arrodillado en el último banco de la iglesia de Santa
María, en Trabzon, Turquía. El hecho impactó tanto al autor que decidió
viajar a Turquía para investigar el hecho, coincidiendo con la visita
de Benedicto XVI durante la cual, por primera vez, un Papa rezó en una
mezquita. El gran hallazgo del libro, son los maravillosos escritos del
padre Santoro en favor del diálogo interreligioso.